Ya llegó la edición #249 de El Malpensante, un bestiario indomable. Portada de Karlotta Freier.
El número lo abre "Ajustar los relojes para la guerra de invierno", el testimonio de dos poetas en lengua inglesa, Ilya Kaminsky y Katie Ferris, escrito a dos manos e ilustrado por Jaume Mora, quienes rememoran la angustia de los días posteriores al estallido de la guerra en Ucrania y la angustia de Katie frente al posible regreso de un cáncer.
Siguiendo con la poesía, en "El ojo poético de May Swenson", la directora de cine argentina Delfina Jaureguialzo retrata el pensamiento y la pupila incesante de Swenson, una enorme escritora norteamericana. El perfil va acompañado de cuatro de sus poemas en una selección titulada "Pétalos de fuego artificial".
Vamos ahora con un cuento visceral: “Sintomatología del desamor”, de Fabián Mauricio Martínez, la progresión del rencor en el corazón de un personaje despreciado. Por la misma vía de la narrativa, pero con tono melancólico y agradecido, Christopher Tibble reconstruye el relato de un tierno viaje junto a Karim Ganem Maloof para recordar y despedir a quien dedicó más de seis años a fraguar con riguroso amor los números mensuales de El Malpensante y los libros de su sello editorial.
Este número también incluye un dossier en alianza con el programa Hilando Vidas y Esperanza de la USAID Colombia y la OIM Colombia sobre la situación de la salud mental de las víctimas del conflicto armado en Colombia tras la firma de la paz. Este dossier, titulado homónimamente “Hilando Vidas y Esperanza”, comprende tres artículos: "En busca del Wët Wët Finzenxi" de José Navia; "Tejer en el agua" de María del Mar Escobedo, y "El silencioso lenguaje de una herida" de Patricia Nieto.
Antes de cerrar, dejamos una ventana abierta para “Masculino, femenino, orientación sexual”, una entrega más de la columna literaria escrita por Andrés Hoyos que reflexiona sobre los estereotipos de género en la literatura.
Finalmente, tenemos una cita con “Los dineros de la fe”, un reportaje de La Liga Contra el Silencio e ilustrado por Ana María B. Figueredo que denuncia el enriquecimiento de algunos predicadores del evangelio de Cristo a través de la manipulación espiritual.