Correo
Los lectores critican, exhortan, aplauden, censuran
Malpensante desde lejos
Recientemente estuve viviendo en uno de nuestros países vecinos durante un tiempo, lo que me obligó a frecuentar como nunca antes la página web de la revista. Me considero un buen lector suyo (lo que no implica, por supuesto, estar de acuerdo con todo lo que publican) desde los tiempos en que la voz de Diego León Hoyos anunciaba la inminente llegada de El Malpensante en la radio cultural y todavía recuerdo cuando a finales de 1996, en la Lerner del centro, pagué expectante los 4.900 pesos que me pusieron a la hermosa Tara Shannon, desnuda pero tan vestida, entre las manos (ahora que hasta los recibos del agua publican “escandalosos” desnudos) y me obsequiaron la lectura de ese cuento negrísimo de Rubem Fonseca. Cuánto extrañé mi colección de malpensantes estando lejos. No voy a ser precisamente yo quien dirima la cuestión entre papeles y pantallas, pero algunas cosas sí se me vienen a la cabeza:
Primero. En la web termina uno de leer más rápido, incluso si el artículo consta de varias páginas, ¿pero quién dijo que eso era mejor? A algunos lo que nos gusta es picotear aquí y allá, comenzar un texto por sus líneas finales, saltar la página, volver a empezar... ¿punto para el papel?
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Octubre de 2012
Edición No.135
Publicado en la edición
No. 216Siete piezas de Amalia Moreno [...]