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Durante el régimen fascista, un largo encierro separó al escritor Antonio Gramsci de su mujer y sus hijos. A lo largo de casi una década, el único vínculo que los unió fue una íntima relación epistolar, de la cual tomamos esta selección.
© Mondadori Portfolio | Getty Images
En 1928 escritor italiano Antonio Gramsci fue condenado por un tribunal fascista a veinte años de prisión, después de que se aboliera en Italia la libertad de prensa y se iniciara una acérrima persecución a los opositores del régimen. Se le imputaron cargos de conspiración, incitación al odio de clases, a la guerra civil y a la insurrección violenta en contra del gobierno.
En 1927, antes de que se dictara la sentencia definitiva, estuvo confinado brevemente en una cárcel en Milán, pero luego, en julio de 1928, fue transferido definitivamente a la prisión de Turi en la provincia de Bari.
Desde la cárcel Gramsci emprendió la escritura de sus famosos Cuadernos, un compendio de apuntes y reflexiones que comenzó en 1929 y debió suspender definitivamente por su grave estado de salud en 1935. Los cuadernos de la cárcel son tal vez la obra más divulgada del escritor italiano.
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