Entrevistas
Un director, una productora, un libretista y un crítico, cuatro pesos pesados de la industria en Colombia, hablan de los retos que enfrenta la caja boba (y de los que no) ante el reciente auge de la televisión por demanda. ¡Que comience el debate!
Ilustración de Juan Gaviria
Andi Baiz (Cali, 1975). Director. Estudió producción y dirección de cine en la Universidad de Nueva York. Entre sus películas están Satanás (2007), La cara oculta (2011) y Roa (2013). Fue uno de los directores de Metástasis, la adaptación colombiana de Breaking Bad. En la actualidad, coproduce y dirige la serie Narcos, de Netflix.
Poesía de narcos
Nuestro país ha sido vanguardista en términos de melodrama y telenovelas. Fue de los primeros en integrar la comedia a este género y en utilizar exteriores y locaciones reales para no limitarse a foros de grabación, como sucedía en México y Venezuela. Y sí, se han hecho productos novedosos que se han salido del molde. No obstante, lo de “serie” es más un concepto de mercadeo que otra cosa, pues pretende marcar una distancia con un género desprestigiado que es la telenovela. Sus diferencias de fondo, sin embargo, no son tan patentes: se trata de una especie de cadáver exquisito que combina melodrama con algo de acción, y cuya duración al aire es un poco menor que la acostumbrada en la telenovela.
Aquí también se han hecho apuestas como Metástasis, una producción inusual dentro de la televisión nacional por los riesgos que toma –aunque haya sido una adaptación más bien literal de Breaking Bad–. Pero hay un problema de fondo con la forma en que se hacen series televisivas en Colombia, y tiene que ver con la dificultad para que el director llegue a consolidarse como autor. En Colombia, se tienen que rodar, en promedio, 70 episodios de una serie en cerca de seis meses, así que las productoras contratan a dos directores principales y a otro sustituto (director asistente), para que reemplace a los principales cuando estén ausentes viendo locaciones y no interrumpir nunca la grabación. Entonces, como director, te vuelves responsable de las virtudes y fallas de los otros, porque no diriges episodios específicos, como sí suele pasar en la televisión realizada en los Estados Unidos. En Colombia, en cambio, cada director debe rodar simultáneamente escenas de distintos episodios. La unidad narrativa ya no es el capítulo sino la escena. No puedes imbuirle tu visión a un ...
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Diciembre de 2017
Edición No.192
Publicado en la edición
No. 211Conferencia en Casa LET (Calle 67 #7-38) en el marco de Historias en Público. [...]