Las ventajas de no llamarse Guillermo
Nuevas Voces
Una broma infantil nocturna adquiere un cariz tenebroso cuando las víctimas acaban de sufrir el chistecito de un secuestro.
POR Adelaida Vengoechea

Ilustración de Tom Deason
ACERCA DEL AUTOR

Estudió su carrera en la Universidad Eafit y es especialista en negocios internacionales. Ha trabajado en la industria del turismo.