París ya no era una fiesta
O las antimemorias que no transcribí
Un escritor colombiano subarrienda su pequeña buhardilla francesa, luego de alquilarse él mismo a una anciana provocadora. Convertido en concubino literario, huye de una relación tóxica y de un París asediado por pirómanos y terroristas, solo para ser notificado de que anda con un pie en la cárcel.
POR Mauricio Polanco Izquierdo

ACERCA DEL AUTOR

Es licenciado en lenguas extranjeras de la Universidad del Valle y tiene una maestría en literatura comparada de la Sorbona. Publica sus escritos en El Malpensante con cierta periodicidad.