La fascinante y rocambolesca historia de Sebastián Iradier, los palomistas y una melodía que ha dado la vuelta al mundo
“La paloma”, una pegadiza habanera que lleva sonando más de 150 años, se toca en las bodas de Zanzíbar y en los entierros de Rumania. Ha sido interpretada hasta por un coro de campanilleros ciegos. En los karaokes de Indochina, la cantan como lo hacía Julio Iglesias en los años ochenta. En Rusia, es muy popular entre los estudiantes de domra. Y hay quien dice que refleja “todo lo que pasa en la vida”. Esta es la historia de una composición exitosa que condenó a su autor al olvido.
POR Álex Ayala Ugarte

ACERCA DEL AUTOR

Fue director del dominical de La Razón, editor de Pulso y fundador de Pie Izquierdo. Premio Nacional de Periodismo de Bolivia (2008). Ha publicado cuatro libros: Los mercaderes del Che, La vida de las cosas, Rigor mortis y Ser payaso es cosa seria.