El anillo camaleónico

Sus dimensiones son monumentales: 20 metros de diámetro y 3 metros de ancho. 408.000 piezas de cerámica lo componen. Sus colores varían según la intensidad de la luz y el punto desde donde se le mire. Estas son las marcas identitarias del enorme anillo polícromo que desde hace unos días se expande en la plazoleta principal del campus de la Universidad Jorge Tadeo Lozano (UJTD), en el centro de Bogotá.

La impresionante creación es obra del venezolano Carlos Cruz-Diez, fallecido en 2019 y considerado por algunos el último gran maestro latinoamericano del color. Cruz-Diez nació en Caracas en 1923 y trabajó en París desde 1960 hasta su muerte. Fue uno de los exponentes más reconocidos del arte cinético, corriente artística en la que las obras parecen tener un movimiento propio y en la que se juega constantemente con las ilusiones ópticas. En las creaciones de Cruz Diez, además, el color nunca estuvo ausente. Un Matisse del movimiento, podríamos atrevernos a llamarlo.

Anillo de Inducción Cromática –así se titula la obra– es una donación que el artista generosamente le hizo a la universidad bogotana y con la cual buscaba fortalecer la cohesión entre el centro educativo y sus alrededores. Al inicio del proyecto, aseguraba: “Las obras de arte en el paisaje urbano adquieren un valor emocional y afectivo que contribuyen a afianzar el sentido de referencia, pertenencia y orgullo del ciudadano en relación con el entorno patrimonial de su hábitat, comunidad, pueblo, ciudad o región”.

La figura escogida para tal fin no habría podido ser más apropiada: el círculo. La forma perfecta de los antiguos griegos. El círculo, sin comienzo ni final. La apariencia de lo infinito, de todo aquello que no empieza ni termina. Un símbolo que se convertirá en una inmejorable advertencia para todos los estudiantes de la UJTD, quienes al pasar todos los días sobre él de camino a sus aulas recordarán que el conocimiento, como el círculo, es inagotable, ilimitado.

La inauguración de la obra, toda una fiesta multicolor, se realizó el pasado 31 de marzo del 2022. Desde entonces, el centro histórico de la capital colombiana cuenta oficialmente con un nuevo emblema.