El ruido y las nueces: El niño prodigio del piano se rebela a su destino
Una columna musical de Jaime Andrés Monsalve
Con apenas cinco años, Leandro Aconcha interpretaba en el piano piezas de Chopin y Bach para el público europeo haciendo gala de un desparpajo propio de un profesional. Con el tiempo, el niño genio se convirtió en un enigmático músico de jazz que se ha camuflado durante décadas en los escenarios, huidizo incluso hasta con su propio padre, al que visitó hace poco.
POR Jaime Andrés Monsalve

© alamy. Leandro sonríe mientras es aclamado por 3.000 espectadores tras su presentación en Milán, en 1972.
ACERCA DEL AUTOR

Jefe musical de la Radio Nacional de Colombia. Autor de tres libros sobre tango y coautor de al menos doce más sobre jazz, rock, música clásica y otros géneros. Miembro del comité editorial de El Malpensante.